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La historia del pescador y el empresario

Pescador y empresario - Hábitos Financieros
Escrito por Gonzalo Rojas
Última revisión: 11 de julio de 2023

Me gustaría compartir con ustedes una conocida fábula sobre un empresario y un pescador que me hizo reflexionar sobre las decisiones personales y financieras que tomamos diariamente.

En la actualidad, es muy normal sentir que actuamos en piloto automático, siguiendo lo que la sociedad nos invita a hacer. Sin embargo, rara vez nos tomamos el tiempo para reflexionar sobre qué es lo que realmente queremos lograr en nuestra vida.

Puedo asegurarles que tomarse el tiempo para pensar en ustedes mismos les ayudará a tomar mejores decisiones y a evitar gastar dinero – y tiempo – en cosas que no nos aportan nada.

Sé que el dinero es sumamente necesario para conseguir nuestros objetivos y comprar las cosas que nos gustan. Sin embargo, es muy común caer en el error de descuidar nuestra salud o nuestras relaciones con el único propósito de aumentar nuestra riqueza. Debemos evitar enfocarnos únicamente en ganar más dinero por el simple hecho de tener más y comenzar a preguntarnos qué cosas nos gustaría lograr o adquirir con el dinero que hemos ganado.

«No podemos vivir sin respirar, pero no podemos vivir para respirar. Al igual que con el dinero, no podemos vivir sin dinero, pero no podemos vivir por dinero» – Stephen Covey

Los invito a disfrutar de esta fábula sobre el pescador y el empresario.

Pescador y empresario

Playa de la Malvarrosa -Valencia, España

Había una vez un hombre de negocios que decidió tomarse unas vacaciones en una pequeña playa del Pacífico. Todas las mañanas el hombre de negocios paseaba cerca del muelle y veía a un pescador que, en un pequeño bote, se hacía a la mar y al poco tiempo volvía con algunos pescados enormes.

El empresario, impresionado, un día se acercó y le preguntó al pescador:

– «¿Cuánto tiempo le toma pescar esos enormes peces?»

– «No mucho, solo un rato» – respondió el pescador

Sorprendido, el hombre de negocios le responde:

– «Entonces, si se tomara más tiempo para pescar, ¡podría pescar aún más peces!».

– «Pero esto es suficiente para mí y mi familia» – contestó el pescador muy tranquilo.

El ejecutivo, ya en confianza, le preguntó:

– Pero ¿y a qué se dedica entonces el resto del día?.

El pescador reflexionó un poco y respondió:

– «Bueno, por lo general, luego de pescar por la mañana, vuelvo a mi casa y juego con mis hijos. Después en la tarde duermo una siesta con mi esposa y sobre la noche me junto con mis amigos en el bar, donde tomamos unas cervezas, tocamos la guitarra y cantamos».

El empresario se mostró preocupado y decidió regalarle un consejo al «pobre» pescador:

– «Amigo, yo tengo un máster en administración de empresas y tengo muchos años de experiencia. Sé mucho de negocios y puedo ayudarlo a ser una persona muy exitosa. Desde mañana debes estar más tiempo en el agua pescando para poder capturar la mayor cantidad de peces que puedas. Vendiendo esos peces vas a ahorrar hasta que puedas comprar un bote más grande y así poder capturar más peces. Pronto vas a tener la capacidad de comprar más botes y abrir tu propia compañía, tu propia planta de producción y tu propia red de distribución. Para entonces, tendrás que mudarte a la capital, donde estará la sede central de la empresa».

El pescador, confuso, le preguntó:

– «¿Y después?».

El ejecutivo rio a carcajadas y contestó:

– «Después podrás vivir como un rey, amigo mío. Podrás tener tu propia casa, tu empresa podrá cotizar en bolsa y podrás vender acciones para hacerte un hombre muy rico».

– «¿Y después?» – volvió a preguntar el pescador.

El empresario un poco molesto por la falta de entusiasmo dijo:

– «Luego, podrás retirarte en un pequeño y tranquilo pueblo en la playa, despertarte en la mañana y salir a pescar, volver luego a jugar con tus nietos, dormir una siesta con tu esposa y a la noche cantar y bailar con los amigos tomando una cerveza en el bar».

El pescador asombrado concluyó:

– «¿Pero no es justamente eso lo que estoy haciendo ahora?»

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2 Comentarios

  1. Muy linda historia! También pienso en que no hay que esperar a llegar a alcanzar cierta meta para disfrutar. La vida es hoy!

    Responder
    • Gonzalo Rojas

      Hola Andrea, me alegro que te haya gustado la historia, y totalmente de acuerdo con tu comentario. La vida es hoy, y tenemos que vivirla!! Entiendo que lo que resulta un poco dificil e incómodo para la mayoría es tomarse el tiempo de pensar qué es lo que realmente queremos hacer con nuestra vida, pero definitivamente vale la pena sentarse y pensarlo 🙂

      Responder

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